Daniel 7

 

Ḥayvanîm û-Malkhuyot

Las Cuatro Bestias, el Cuerno Pequeño y el Triunfo del Juicio Divino

Resumen

Este estudio realiza una exégesis profunda y actualizada de Daniel capítulo 7, la primera visión apocalíptica del profeta y una piedra angular de la escatología bíblica. Contextualizada en el primer año de Belsasar, rey de Babilonia, la visión transita del plano histórico al cósmico, revelando la naturaleza de los poderes terrenales y el inevitable triunfo de la soberanía divina. La importancia del capítulo es monumental, pues establece el paradigma de la profecía apocalíptica a través del principio de "repetición y expansión", complementando a Daniel 2 e introduciendo la figura del "cuerno pequeño", el antagonista principal del pueblo de Dios. El objetivo es demostrar, mediante una exégesis historicista, que la visión presenta un mapa profético de la historia, identificando la secuencia de imperios mundiales y la naturaleza del poder apóstata que les sucede, culminando en un juicio celestial que vindica a los santos. La metodología es multidisciplinaria, integrando un análisis literario-retórico, una exégesis lingüístico-gramatical minuciosa del texto arameo y una investigación contextual, intertextual e histórico-crítica, con especial atención a las contribuciones de la erudición adventista. Los resultados identifican a las cuatro bestias como Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma, y al cuerno pequeño como el poder del papado romano. El juicio celestial es identificado como el juicio investigador pre-advenimiento. La conclusión es que Daniel 7 ofrece una teología de la historia divinamente revelada, asegurando a los fieles que, a pesar de la naturaleza bestial de los poderes terrenales y la larga noche de la persecución, un tribunal celestial está en sesión, el juicio es a favor de los santos y el Reino eterno del Hijo del Hombre es inminente y seguro.

Palabras Clave: Daniel 7, Cuerno Pequeño, Juicio Investigador, Soberanía de Dios, Historicismo, Hijo del Hombre, Apocalíptica, Escatología Adventista.

I. Introducción

La noche en Babilonia es profunda. El profeta Daniel, ya un estadista experimentado que ha caminado por los pasillos del poder y ha visto la fragilidad de los tronos humanos, yace en su lecho. Pero esta no será una noche de descanso. Es el primer año del reinado de Belsasar, un rey destinado a la infamia, y los cielos están a punto de rasgarse, no con truenos y relámpagos, sino con una tempestad de visiones que sacudirán el alma del anciano profeta hasta sus cimientos. Lo que Daniel está a punto de presenciar no es una repetición de la revelación dada al rey pagano; es una inmersión en el corazón oscuro y violento de la historia humana desde la perspectiva divina. Si Daniel 2 fue la historia contada en el lenguaje de los hombres —una estatua de gloria y poder decreciente—, Daniel 7 es la misma historia contada en el lenguaje del cielo, y es una historia de bestias.

Desde las profundidades turbulentas del "gran mar" de la humanidad, agitado por los vientos de guerra y contienda, emergen cuatro criaturas aterradoras. No son bestias de nuestro mundo, sino híbridos monstruosos: un león con alas de águila, un oso devorador, un leopardo alado con cuatro cabezas y, finalmente, una cuarta bestia, tan terrible e indescriptible que el lenguaje profético lucha por contenerla, con dientes de hierro y diez cuernos. Es una procesión de poder depredador, una revelación de que los grandes imperios de la tierra, que se enorgullecen de su cultura y su ley, son, a los ojos del cielo, bestias salvajes que se levantan, devoran y se destruyen mutuamente. Pero el terror de la visión alcanza su clímax cuando de entre los diez cuernos de la cuarta bestia surge un "cuerno pequeño", diferente a los demás, con ojos de hombre y una boca que habla grandes blasfemias. Este nuevo poder no es meramente político; es un poder religioso apóstata que hará la guerra contra los "santos del Altísimo" y pensará en cambiar los tiempos y la ley.

Este estudio se adentra en esta vorágine apocalíptica para explorar el tema de la naturaleza bestial del poder terrenal en conflicto con la soberanía del tribunal celestial. La visión de Daniel 7 nos obliga a confrontar las preguntas más profundas sobre la historia y la teodicea: ¿Por qué Dios permite que poderes tan monstruosos y blasfemos dominen el mundo y persigan a su pueblo durante siglos? ¿Hay un límite para su aparente triunfo? ¿Dónde está la justicia de Dios en medio de la tiranía y la apostasía? Nuestra tesis central argumenta que Daniel 7 presenta el Gran Conflicto en su forma más cruda, revelando no solo la secuencia y la naturaleza de los poderes opresores, sino, y más importante aún, llevándonos detrás del velo del santuario celestial para presenciar el momento en que la historia da un vuelco: la sesión del juicio divino. Este juicio no es el fin del mundo, sino el principio del fin, un proceso legal cósmico que investiga las acciones de estos poderes, vindica a los santos perseguidos y transfiere legalmente el dominio del cuerno pequeño al Hijo del Hombre, asegurando el triunfo final de la justicia y la verdad.

Para demostrar esta tesis, este análisis adoptará un enfoque metodológico riguroso y multidisciplinario. Iniciaremos con un análisis literario y retórico del texto arameo. El núcleo será un análisis lingüístico-gramatical profundo de perícopas clave. Contextualizaremos la visión a través de una investigación histórica, intertextual y arqueológica. De manera crucial, trazaremos la historia de la interpretación historicista, integrando las contribuciones de los Padres de la Iglesia, los Reformadores y, de manera especial, los pioneros y eruditos adventistas, incluyendo las perspectivas de teólogos peruanos como el Dr. Merling Alomía. Finalmente, sintetizaremos los hallazgos en un análisis teológico robusto. Este estudio busca afirmar a Daniel 7 como la revelación más completa de la filosofía de la historia de Dios, una garantía de que, aunque la noche de la tiranía sea larga y oscura, el alba del juicio ha llegado y el día del Reino eterno está a punto de amanecer.

II. Análisis Literario y Retórico

Daniel 7 marca un giro dramático en el libro, pasando de la narrativa histórica a la visión apocalíptica. Es una obra de inmensa complejidad literaria y teológica.

  • Género: Este capítulo es el ejemplo por excelencia de la literatura apocalíptica en el Antiguo Testamento. Sus características incluyen: revelación a través de visiones y sueños, simbolismo zoomórfico y cósmico, un dualismo entre las fuerzas del bien y del mal, un enfoque en períodos de tiempo proféticos y la intervención de un mediador angelical (angelus interpres) para explicar la visión.
  • Estructura del Pasaje: El capítulo posee una estructura paralela y quiástica que enfatiza la centralidad de la escena del juicio.
    • A. Visión de las cuatro bestias que surgen del mar (vv. 1-8).
      • B. Visión de la escena del juicio celestial (vv. 9-10).
        • C. Juicio sobre el cuerno pequeño (vv. 11-12).
      • B'. Visión del Hijo del Hombre recibiendo el reino (vv. 13-14).
    • A'. Interpretación de las cuatro bestias y el cuerno pequeño (vv. 15-28).

El quiasmo central (B-C-B') presenta el clímax teológico: el juicio celestial, que condena al cuerno pequeño, es el mismo evento que otorga el reino al Hijo del Hombre. La sección de interpretación (A') sigue el mismo orden que la visión (A), aplicando el principio de "repetición y expansión".

  • Estilo y Técnica Retórica:
    • Paralelismo con Daniel 2: Daniel 7 es un paralelo deliberado de Daniel 2. Ambos presentan cuatro imperios mundiales seguidos por el establecimiento del Reino de Dios. Pero mientras Daniel 2 usa el simbolismo de metales y una estatua humana (la perspectiva del hombre sobre el poder político), Daniel 7 usa bestias depredadoras (la perspectiva de Dios). Esta transición de lo humano a lo bestial es un comentario teológico sobre la verdadera naturaleza de los reinos terrenales.
    • Simbolismo Compuesto: Las bestias no son animales simples, sino híbridos monstruosos (león con alas, leopardo con cuatro cabezas). Este simbolismo compuesto permite al autor codificar múltiples características de cada imperio.
    • Repetición Enfática: La descripción y las acciones del cuerno pequeño se repiten varias veces (vv. 8, 11, 20-21, 24-25), cada vez con más detalle, subrayando su importancia como el principal antagonista en el drama profético.
  • Análisis Narrativo:
    • Personajes: Los personajes son simbólicos. Las bestias representan reinos. El cuerno pequeño es un poder político-religioso. El "Anciano de Días" es una representación majestuosa de Dios el Padre como Juez Supremo. El "Hijo del Hombre" es una figura mesiánica que actúa como el representante de la humanidad redimida. Los "santos del Altísimo" son el pueblo fiel de Dios, el objeto de la persecución y la vindicación final.
    • Trama: La trama se mueve del caos de la tierra (el mar agitado y las bestias) al orden del cielo (el tribunal en sesión). La tensión creada por el ascenso y la blasfemia del cuerno pequeño se resuelve no en un campo de batalla terrenal, sino en una sala de tribunal celestial, cuyo veredicto determina el resultado de la historia.

III. Análisis Lingüístico-Gramatical Profundo (Arameo)

1. Perícopa: v. 2 - וַאֲרוּ אַרְבַּע רוּחֵי שְׁמַיָּא מְגִיחָן לְיַמָּא רַבָּא (wa’ărû ’arba‘ rûḥê šəmayyā məḡîḥān ləyammā rabbā)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • ’Arba‘ rûḥê šəmayyā: "los cuatro vientos del cielo". En la simbología bíblica, los vientos a menudo representan contiendas, guerras y agitación política (cf. Jer. 49:36). "Cuatro" indica una extensión global, desde los cuatro puntos cardinales.
    • Məḡîḥān: Participio activo del verbo gûaḥ, "irrumpir, agitar violentamente". Describe una acción continua y caótica.
    • Yammā rabbā: "el gran mar". El mar en la apocalíptica simboliza las masas de la humanidad, las naciones en su estado de agitación y alienación de Dios (cf. Is. 17:12; Ap. 17:15).
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La sintaxis de la escena inicial establece el escenario de la historia humana: un estado de conflicto universal ("cuatro vientos") que agita a las naciones ("el gran mar"). De este caos primordial emergen los imperios.
  • Significado Teológico: La historia, desde la perspectiva divina, no comienza en las salas de los tronos, sino en un mar de caos. Los imperios no surgen por un progreso ordenado, sino de la lucha, la guerra y la conquista. Esta imagen inicial desmitifica el poder político, mostrándolo no como un agente de orden divino, sino como una consecuencia de la agitación de un mundo caído.

2. Perícopa: v. 4 - כְּאַרְיֵה וְגַפִּין דִּי־נְשַׁר לַהּ (kə’aryēh wəḡappîn dî-nəšar lah)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • ’Aryēh (león) y nəšar (águila) son los reyes de las bestias y las aves, respectivamente. Juntos, simbolizan la fuerza, la majestad y la rapidez de la conquista. Esta combinación es un símbolo bien conocido para Babilonia en la profecía (cf. Jer. 4:7, 13; Hab. 1:8).
    • Gappîn: "alas".
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La descripción del león con alas de águila es la primera de las imágenes híbridas. La visión posterior de sus alas siendo "arrancadas" (mərîṭû), siendo "levantado" de la tierra y recibiendo un "corazón de hombre" (ləḇaḇ ’ĕnāš) corresponde a la experiencia de humillación y restauración de Nabucodonosor en Daniel 4.
  • Significado Teológico: La primera bestia es inequívocamente Babilonia. Su poder inicial era veloz y formidable (león con alas). Sin embargo, la visión también incorpora la historia de la gracia de Dios. El arrancamiento de las alas y el recibir un corazón de hombre simboliza el período de juicio y la eventual conversión de su rey más grande, Nabucodonosor, quien aprendió a caminar humildemente como un hombre ante Dios.

3. Perícopa: v. 5 - דֹּב... וְלִשְׂטַר־חַד הֳקִמַת (dōḇ... wəlisṭar-ḥaḏ hoqimaṯ)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Dōḇ: "un oso". Símbolo de fuerza bruta, pesadez y voracidad.
    • La frase wəlisṭar-ḥaḏ hoqimaṯ es difícil de traducir: "y sobre un lado fue levantado". Esto ha sido interpretado por los historicistas, como Merling Alomía, como una representación de la naturaleza dual y desequilibrada del Imperio Medo-Persa, en el cual el componente persa (el lado levantado) llegó a ser mucho más poderoso que el medo.
    • Las "tres costillas" (‘il‘în) en su boca representan las tres principales conquistas que cimentaron el imperio: Lidia, Babilonia y Egipto.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La imagen del oso es menos majestuosa que la del león, pero más pesada y cruel. El mandato "Levántate, devora mucha carne" caracteriza su política exterior como una de conquista brutal y expansión.
  • Significado Teológico: La segunda bestia es Medo-Persia. Su carácter es de una fuerza aplastante y una insaciable sed de conquista. A diferencia de Babilonia, no hay ninguna indicación de redención o de "recibir un corazón de hombre". Es un poder puramente depredador.

4. Perícopa: v. 6 - כִּנְמַר וְלַהּ גַּפִּין אַרְבַּע דִּי־עוֹף (kinmar wəlah gappîn ’arba‘ dî-‘ôp̄)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Nəmar: "un leopardo", conocido por su increíble velocidad.
    • Gappîn ’arba‘: "cuatro alas". Si dos alas en el león representaban una velocidad notable, cuatro alas en un leopardo representan una celeridad casi sobrenatural.
    • ’Arba‘āh rē’šîn: "cuatro cabezas".
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La imagen del leopardo enfatiza la velocidad sin precedentes de la conquista. Las cuatro cabezas simbolizan la división del imperio después de la muerte de su fundador.
  • Significado Teológico: La tercera bestia es Grecia bajo Alejandro Magno. La historia confirma la asombrosa rapidez de sus conquistas, que crearon un vasto imperio en poco más de una década. Las cuatro cabezas son una predicción asombrosamente precisa de la división de su imperio entre sus cuatro generales (Casandro, Lisímaco, Seleuco y Ptolomeo) después de su muerte prematura.

5. Perícopa: v. 7 - חֵיוָה רְבִיעָיָה דְּחִילָה וְאֵימְתָנִי וְתַקִּיפָא יַתִּירָא (ḥêwāh rəḇî‘āyāh dəḥîlāh wə’êməṯānî wəṯaqqîp̄ā yattîrā)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • El autor no puede compararla con ningún animal conocido. Es una bestia terribilis.
    • La acumulación de adjetivos es abrumadora: dəḥîlāh ("terrible, espantosa"), ’êməṯānî ("pavorosa, que inspira terror"), y taqqîp̄ā yattîrā ("extraordinariamente fuerte").
    • Sus "dientes de hierro" (šinnayin dî-p̄arzel) la conectan directamente con las piernas de hierro del Imperio Romano en Daniel 2.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La sintaxis es una explosión de terror. La bestia no solo conquista, sino que "devora, desmenuza y pisotea el resto". Es una imagen de aniquilación total y de un poder global sin precedentes.
  • Significado Teológico: La cuarta bestia es Roma. Su descripción captura perfectamente la naturaleza implacable de la maquinaria militar romana, que no solo conquistaba, sino que aplastaba las culturas y las absorbía en su sistema. Es diferente de las anteriores porque su crueldad es más sistemática y su dominio más duradero y absoluto.

6. Perícopa: v. 8 - וַאֲלוּ קֶרֶן אָחֳרִי זְעֵירָה סִלְקָת בֵּינֵיהוֹן (wa’ălû qeren ’oḥŏrî zə‘êrāh silqaṯ bênêhôn)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Qeren: "un cuerno", símbolo de poder y autoridad en la Biblia.
    • Zə‘êrāh: "pequeño". Surge "pequeño", indicando un origen humilde o gradual.
    • Silqaṯ: "subió". Verbo səleq, indicando un ascenso al poder.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: Este "cuerno pequeño" surge "de entre" los diez cuernos (las divisiones del Imperio Romano), y en su ascenso, "tres de los primeros cuernos fueron arrancados".
  • Significado Teológico: Este es el personaje central del drama. La interpretación historicista, defendida por gigantes como Isaac Newton y confirmada por los pioneros adventistas, identifica este poder de manera inequívoca. Surge geográficamente de entre las naciones de Europa Occidental (los diez cuernos). Surge cronológicamente después de la división de Roma (después del 476 d.C.). Su ascenso causa la destrucción de tres reinos "arianos" que se oponían a su supremacía: los Hérulos (493), los Vándalos (534) y los Ostrogodos (538). Este poder es el Papado Romano.

7. Perícopa: v. 8b - וְעַיְנִין כְּעַיְנֵי אֲנָשָׁא... וּפֻם מְמַלִּל רַבְרְבָן (wə‘aynin kə‘aynê ’ĕnāšā... ûp̄um məmallil raḇrəḇān)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • ‘Aynin... ’ĕnāšā: "ojos como de hombre". Simboliza la inteligencia humana, la astucia y la sagacidad política.
    • Pum məmallil raḇrəḇān: "una boca que hablaba grandes cosas". Raḇrəḇān son "grandes cosas", pero en este contexto, blasfemias arrogantes.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: Estas características distinguen al cuerno pequeño de los otros. No es un poder meramente político-militar; es un sistema guiado por la inteligencia humana que hace afirmaciones teológicas audaces.
  • Significado Teológico: Los "ojos" representan la pretensión de la infalibilidad y la supervisión sobre todos. La "boca" representa las afirmaciones blasfemas del papado, como la de ocupar el lugar de Cristo en la tierra (Vicarius Filii Dei), el poder de perdonar pecados y de cambiar la ley de Dios. Estas no son meras palabras, son una usurpación de las prerrogativas divinas.

8. Perícopa: v. 9 - עַד דִּי כָרְסָוָן רְמִיו וְעַתִּיק יוֹמִין יְתִב (‘aḏ dî ḵārəsāwān rəmîw wə‘attîq yômîn yəṯiḇ**)**

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Kārəsāwān rəmîw: "tronos fueron puestos". El verbo rəmā aquí significa "colocar, instalar".
    • ‘Attîq yômîn: "el Anciano de Días". Un título único para Dios el Padre. ‘Attîq significa "antiguo, venerable". Enfatiza su existencia eterna y su autoridad como Juez Supremo.
    • Yəṯiḇ: "se sentó". El acto de sentarse indica el comienzo de una sesión judicial.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La partícula temporal ‘aḏ dî ("hasta que") marca un cambio dramático de escena. La visión se traslada de la tierra al cielo, del caos de las bestias al orden solemne del tribunal.
  • Significado Teológico: ¡El cielo responde! Mientras el cuerno pequeño blasfema en la tierra, el tribunal celestial se convoca. Esta escena es el corazón de la teología adventista del santuario. No es el juicio final al final del mundo, sino un juicio pre-advenimiento que comienza mientras el cuerno pequeño todavía está activo. Su propósito es investigar los registros ("los libros fueron abiertos") y emitir un veredicto legal antes de la ejecución de la sentencia en la Segunda Venida.

9. Perícopa: v. 13 - וַאֲרוּ עִם־עֲנָנֵי שְׁמַיָּא כְּבַר אֱנָשׁ אָתֵה הֲוָא (wa’ărû ‘im-‘ănānê šəmayyā kəḇar ’ĕnāš ’āṯēh hăwā)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Kəḇar ’ĕnāš: "como un hijo de hombre". Bar ’ĕnāš es un término arameo para un ser humano. Sin embargo, en este contexto celestial, adquiere un estatus exaltado.
    • ‘Im-‘ănānê šəmayyā: "con las nubes del cielo". Las nubes son el vehículo de la teofanía divina en el Antiguo Testamento.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: Esta figura no asciende desde la tierra, sino que viene "con las nubes del cielo" a la presencia del Anciano de Días. Su movimiento es horizontal, hacia el trono, no vertical hacia la tierra.
  • Significado Teológico: Esta es una de las profecías mesiánicas más importantes. Jesús se aplicó este título a sí mismo de manera preferencial. La visión no describe la Segunda Venida a la tierra, sino la venida de Cristo ante el Padre al comienzo del juicio pre-advenimiento para recibir su reino. Él viene como el representante de la humanidad ("Hijo de Hombre") y como nuestro abogado defensor ante el tribunal.

10. Perícopa: v. 21 - וְקַרְנָא דִכֵּן עָבְדָה קְרָב עִם־קַדִּישִׁין וְיָכְלָה לְהוֹן (wəqarnā ḏiḵēn ‘āḇəḏāh qərāḇ ‘im-qaddîšîn wəyāḵəlāh ləhôn)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • ‘Āḇəḏāh qərāḇ: "hacía guerra".
    • Qaddîšîn: "los santos", el pueblo apartado de Dios.
    • Wəyāḵəlāh ləhôn: "y prevalecía contra ellos".
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La interpretación angelical añade este detalle crucial: el cuerno pequeño es un poder perseguidor. Su guerra contra los santos es exitosa desde una perspectiva terrenal.
  • Significado Teológico: Esto describe el largo período de la supremacía papal durante la Edad Media (identificado por los historicistas como los 1260 años proféticos), durante el cual la iglesia verdadera fue perseguida, y millones de fieles (como los Valdenses y los Albigenses) fueron martirizados. La profecía predice con dolorosa precisión este oscuro capítulo de la historia de la iglesia.

11. Perícopa: v. 25 - וְיִסְבַּר לְהַשְׁנָיָה זִמְנִין וְדָת (wəyisbar ləhašnāyāh zimnîn wədāṯ)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Yisbar: "pensará, intentará". El verbo səḇar sugiere un intento que no tiene la autoridad última para tener éxito a los ojos de Dios.
    • Ləhašnāyāh: Infinitivo Haphel, "cambiar".
    • Zimnîn wədāṯ: "tiempos y ley".
  • Análisis Sintáctico-Semántico: La acusación más grave. Este poder intentará alterar la ley misma de Dios.
  • Significado Teológico: Esta es una de las claves de identificación más específicas para la interpretación historicista adventista. El poder papal "pensó en cambiar" la ley de Dios al eliminar el segundo mandamiento (contra la adoración de imágenes) de sus catecismos y, lo más significativo, al cambiar la solemnidad del séptimo día, el Sábado (Shabbat), al domingo, alterando así el "tiempo" sagrado en el corazón de los Diez Mandamientos. Como señala el Dr. Merling Alomía, este no es un simple cambio de calendario, sino un ataque directo a la autoridad de Dios como Creador.

12. Perícopa: v. 26 - וְדִינָא יִתִּב (wədînā yittiḇ)

  • Análisis Léxico-Morfológico:
    • Dînā yittiḇ: "Pero el juicio se sentará". Una forma pasiva divina.
  • Análisis Sintáctico-Semántico: Esta breve cláusula es la respuesta del cielo a la larga tiranía del cuerno pequeño. Es el punto de inflexión de toda la profecía.
  • Significado Teológico: La esperanza final no reside en una revolución humana, sino en una intervención judicial divina. La tiranía del cuerno pequeño tiene un límite. El juicio celestial se sentará para quitarle su dominio y vindicar a los santos. Esta es la gran verdad que ha sostenido al pueblo de Dios a través de los siglos de persecución: hay un tribunal superior, la justicia final está asegurada y el Juez está de nuestro lado.

IV. Análisis Contextual

  • Contexto Histórico: La visión está fechada en el "primer año de Belsasar" (c. 553 a.C.). El Imperio Babilónico, aunque todavía poderoso, había entrado en su fase final. El rey Nabonido estaba en su autoexilio en Tema, y la amenaza de los medos y persas bajo Ciro crecía en el horizonte. La visión, por tanto, fue dada en un momento de transición e incertidumbre, ofreciendo al pueblo de Dios una perspectiva a largo plazo que trascendía la inminente caída de Babilonia.
  • Contexto Cultural: El simbolismo de bestias híbridas era común en el arte y la mitología mesopotámica (e.g., el lamassu, un toro alado con cabeza humana). Sin embargo, mientras que en la mitología pagana estas figuras a menudo eran protectoras, la Biblia las usa para representar la naturaleza caótica y depredadora de los reinos paganos.

V. Análisis Intertextual

  • Daniel 2: Como se ha señalado, Daniel 7 es el paralelo inspirado de Daniel 2, repitiendo la secuencia de cuatro reinos y expandiendo la descripción de la fase final del cuarto reino y el establecimiento del Reino de Dios.
  • Levítico 11: Las bestias de la visión son en su mayoría "inmundas" según la ley levítica (león, oso, leopardo). Esto añade una capa teológica: los reinos de este mundo no solo son violentos, sino también espiritualmente impuros.
  • Salmo 73: Este salmo aborda el problema de la prosperidad de los impíos y la aflicción de los justos, un tema central en Daniel 7. La solución para el salmista llega cuando entra "en el santuario de Dios" y comprende "el fin de ellos". De manera similar, la solución a la persecución del cuerno pequeño se encuentra en la visión del santuario celestial y el juicio.
  • Apocalipsis 12-13: El libro de Apocalipsis toma prestado y expande el simbolismo de Daniel 7 de manera masiva. La bestia que sube del mar en Apocalipsis 13 es una amalgama de las cuatro bestias de Daniel 7 (cuerpo de leopardo, pies de oso, boca de león), representando al mismo poder (Roma en sus fases pagana y papal) que persigue al pueblo de Dios.

VI. Análisis Histórico-Crítico

La visión histórico-crítica data el capítulo 7, junto con el resto del libro, en el siglo II a.C. Interpretan las cuatro bestias como Babilonia, Media, Persia y Grecia. El cuerno pequeño es identificado como el rey seléucida Antíoco IV Epífanes, quien persiguió a los judíos y profanó el templo.

La apologética adventista, siguiendo la línea historicista clásica, refuta esto:

  1. Identificación del Cuarto Reino: La descripción de la cuarta bestia como un poder que "desmenuza" con "hierro" encaja con Roma de manera mucho más precisa que con la Grecia de Antíoco.
  2. Los Diez Cuernos: La división del Imperio Griego fue en cuatro reinos, no en diez. La división del Imperio Romano Occidental en las tribus bárbaras que formaron las naciones de Europa encaja perfectamente con el simbolismo de los diez cuernos.
  3. Duración del Cuerno Pequeño: La profecía asigna al cuerno pequeño un período de "un tiempo, y tiempos, y medio tiempo" (1260 años proféticos). El reinado de Antíoco IV duró solo unos pocos años. Solo la supremacía papal medieval se ajusta a este marco temporal. Eruditos como William H. Shea han defendido extensamente la insostenibilidad de la hipótesis macabea.

VII. Análisis de la Historia de la Interpretación Historicista

  • Padres de la Iglesia y Comentaristas Judíos: La identificación de los cuatro reinos como Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma fue prácticamente unánime.
  • Reformadores (Lutero, Calvino, Knox, Newton): Fueron unánimes en identificar al cuerno pequeño con el Papado. Vieron en sus afirmaciones, su persecución de los disidentes (la Inquisición) y su alteración de la ley de Dios el cumplimiento exacto de la profecía.
  • Pioneros Adventistas (Miller, Smith, White): Heredaron y sistematizaron la interpretación de los reformadores. Su contribución distintiva fue la comprensión de la escena del juicio de los versículos 9-14 como el Juicio Investigador pre-advenimiento, que comenzó al final de la profecía de los 2300 días/años en 1844 (de Daniel 8). Esta doctrina se convirtió en la piedra angular de la teología adventista.
  • Contemporáneos (Adventistas): Eruditos como Jacques Doukhan, Gerhard F. Hasel, Zdravko Stefanovic y el peruano Merling Alomía han continuado defendiendo y profundizando la interpretación historicista. Han fortalecido sus bases exegéticas, históricas y teológicas, mostrando su coherencia interna y su poder explicativo. El Dr. Alomía, en sus obras sobre Daniel, enfatiza la conexión entre la soberanía de Dios en la historia y la responsabilidad moral del ser humano, viendo en Daniel 7 una revelación del conflicto cósmico que da sentido a la experiencia humana.

VIII. Desarrollo Comparativo de Visiones Interpretativas

Elemento Profético

Visión Protestante-Historicista (Adventista)

Visión Futurista (Dispensacional)

Visión Preterista

Cuatro Bestias

Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma.

Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma.

Babilonia, Media, Persia, Grecia.

Cuerno Pequeño

El Papado Romano (desde 538 d.C. hasta el presente).

Un futuro Anticristo individual que surgirá de un Imperio Romano revivido durante una Tribulación de 7 años.

Antíoco IV Epífanes (rey seléucida, 175-164 a.C.).

"Tiempo, Tiempos, y Medio Tiempo"

1260 años proféticos (principio día-año), cumplidos en el período de supremacía papal (538-1798 d.C.).

Un período literal de 3.5 años en el futuro.

Un período literal de 3.5 años de la persecución de Antíoco.

El Juicio (vv. 9-14)

El Juicio Investigador pre-advenimiento, que comenzó en el cielo en 1844.

El juicio de las naciones después de la Segunda Venida de Cristo.

La vindicación de los judíos a través de la revuelta macabea.

El Reino del Hijo del Hombre

Establecido en la Segunda Venida, después de la conclusión del Juicio Investigador.

Establecido en la Segunda Venida, al final de la Tribulación de 7 años.

El reino mesiánico establecido en la primera venida de Cristo, o el reino hasmoneo después de los Macabeos.

 

IX. Análisis Teológico

  1. Teología de la Historia: La historia humana, dejada a sí misma, es una sucesión de poderes depredadores y bestiales. No hay una evolución inherente hacia la paz o la justicia.
  2. Cristología: El capítulo presenta a Cristo en dos roles cruciales: como el Hijo del Hombre (nuestro representante y abogado) y como el Rey venidero (el heredero del reino eterno).
  3. Eclesiología (El Pueblo de Dios): Los "santos del Altísimo" son un pueblo perseguido en la tierra, pero son el foco del juicio celestial. Su vindicación es el propósito principal del tribunal divino.
  4. Teología del Juicio: El juicio no es un evento único y final, sino un proceso que comienza en el cielo antes del fin. Es un juicio basado en registros, legal y ordenado, que asegura que la justicia de Dios sea visible para todo el universo.
  5. Escatología: La esperanza final no es la reforma de los sistemas de este mundo, sino su reemplazo total por el Reino de Dios, un reino de paz y justicia que será entregado a los santos.

X. Hermenéutica

  • Principio de Repetición y Expansión: Daniel 7 debe interpretarse en paralelo con Daniel 2. Repite la misma secuencia histórica pero expande la información, especialmente sobre la naturaleza del cuarto reino y el poder que lo sucede.
  • Principio de Identificación Simbólica: Los símbolos (bestias, cuernos, vientos, mar) no deben tomarse literalmente. El texto mismo a menudo proporciona la clave para su interpretación (e.g., "las cuatro bestias son cuatro reyes").
  • Principio Día por Año: Para los períodos de tiempo en la profecía apocalíptica (como "tiempo, tiempos, y medio tiempo"), el principio hermenéutico histórico sostiene que un día profético representa un año literal (cf. Núm. 14:34; Ez. 4:6).
  • Principio del Conflicto Cósmico: La visión debe leerse a través del lente del Gran Conflicto entre Cristo y Satanás, donde los poderes terrenales se convierten en agentes de uno u otro lado.

XI. Elementos Didácticos

Línea de Tiempo de Daniel 7

  • 605-539 a.C.: Bestia 1 (Babilonia)
  • 539-331 a.C.: Bestia 2 (Medo-Persia)
  • 331-168 a.C.: Bestia 3 (Grecia)
  • 168 a.C. - 476 d.C.: Bestia 4 (Roma)
  • 476 d.C. en adelante: Diez Cuernos (Europa Dividida)
  • 538 d.C. - 1798 d.C.: Ascenso y dominio del Cuerno Pequeño (1260 años)
  • 1844 d.C. en adelante: El Juicio Celestial en sesión.
  • Futuro: Segunda Venida y establecimiento del Reino del Hijo del Hombre.

Esquema Comparativo: Daniel 2 y Daniel 7

Daniel 2 (Perspectiva Humana)

Daniel 7 (Perspectiva Divina)

Imperio

Cabeza de Oro

León con alas de águila

Babilonia

Pecho y Brazos de Plata

Oso devorador

Medo-Persia

Vientre y Muslos de Bronce

Leopardo con 4 alas y 4 cabezas

Grecia

Piernas de Hierro

Bestia terrible con dientes de hierro

Roma

Pies de Hierro y Barro

Diez cuernos

Europa Dividida

(No representado)

Cuerno Pequeño

Papado Romano

Piedra que destruye

Juicio y Reino del Hijo del Hombre

Reino de Dios

Diagrama: Del Caos Terrenal al Orden Celestial

Un diagrama dividido en dos mitades. La mitad inferior, "TIERRA", muestra el mar agitado con las cuatro bestias y el cuerno pequeño emergiendo. La mitad superior, "CIELO", muestra la sala del tribunal celestial, con el Anciano de Días en su trono, los libros abiertos, y el Hijo del Hombre acercándose. Una flecha grande y luminosa va desde la sala del tribunal hacia abajo, etiquetada "VEREDICTO Y TRANSFERENCIA DEL REINO", apuntando hacia un grupo de personas que representan a los "santos", de pie victoriosos sobre las ruinas de las bestias.

XII. Conclusión

Daniel 7 es la odisea del pueblo de Dios a través de la noche oscura de la historia. Es una revelación que no oculta la brutalidad y la blasfemia de los poderes terrenales, sino que las expone en toda su fealdad bestial. Este estudio ha demostrado que la visión es un mapa profético divinamente inspirado, cuya precisión histórica y poder predictivo confirman su origen celestial. Pero más allá de ser un mapa, es una promesa. La promesa de que el caos de la tierra no tiene la última palabra. La promesa de que, por encima del rugido de los leones y la arrogancia de los cuernos, un tribunal está en sesión. La promesa de que el Juez es nuestro Padre, el Anciano de Días, y nuestro Abogado es el Hijo del Hombre. Por lo tanto, Daniel 7 es el ancla de la esperanza historicista: el juicio está a favor de los santos, la tiranía tiene sus días contados y el reino, la gloria y la majestad serán entregados al pueblo del Dios Altísimo, para siempre.


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